PEQUEÑOS SUEÑOS (editorial)

9 y 10 de Julio, Estadio Vélez. Dos shows. El bien y el mal. El negro y el blanco. El norte y el sur. Lo positivo y lo negativo. Polos, oposiciones, dicotomía. Todo parece estar regido por una ley que enfrenta a uno de otro. Quizás podamos aplicarlo a los shows en Vélez: el sábado con un sonido decepcionante y show que parecía erratico y que mostro en "Viva Pappo" un paso inadvertido.

La conclusión: estamos en una etapa de transcisión en lo que se referiere al rock nacional en cuanto a organización y propuestas, de la cual La Renga parece no ser la excepción. Pero como apuntamos a esta idea generalizada del sábado, también hay que decir que el domingo; La Renga, arriba del escenario y en "los mismos de siempre" tuvo su revancha con otro de sus grandes shows con los que nos tiene acostumbrado, el quinteto de Mataderos. El sonido fue bastante más aceptable, y la lista de temas conformó a más de uno con el relucir de viejos temas como "Córtala y olvidala" y "Pscilocybe Mexicana".

Y a los éstos altibajos se le sumó la bengala el domingo, en el último tema de los dos días. Fue como un golpe bajo, no necesario. Lo único que quedo claro es que la posición de la banda es exactamente la que imaginamos en el caso de suceder una situación similar.

La fiesta sigue asegurada con La Renga, mis amigos. Lo único es que nos tenemos acostumbrar a las nuevas "reglas" que nos impone este "díficil y gris" 2005.

Gonzalo* / www.larengapage.com.ar