El sábado pasado se presentó LA RENGA ante más de 50.000 mil personas en el estadio de Huracán y el estadio del Globo se vistió de fiesta. Entre bengalas y banderas la banda despidió el año confirmando ser la banda más convocante del país. La sorpresa fue el escenario circular ubicado en el centro del campo.
Matías Sánchez / Redacción de El Acople.
Breve intro
José se lo dijo a María al oído: “Tu alma es mi razón, tu alma es la fuerza”. Pero ella no lo había escuchado. Pensaron que el colectivo de Aldo Bonzi los dejaría perfecto en la plaza Miserere. Y así fue. Caminaron dos cuadras y encontraron los árboles de la plaza de Once y vislumbraron las primeras banderas multicolores y los incipientes olores.
Eran las dos y media de la tarde y el sol asomaba dejando un halo de 30 grados. A las 4 de la tarde la caravana renga ya tenía forma. Bengalas, papelitos, cohetes y mucha gente comenzaba la caminata. El movimiento popular y rockero tomaría la avenida Jujuy hasta la avenida Colonia para luego ingresar al Estadio Tomás A. Ducó del barrio de Parque Patricios.
Los alrededores estaban completamente vallados y estaba prohibido ingresar sin la entrada. La policía dijo presente y hubo varios palos para los díscolos. Adentro, José se perdería en el pogo detrás de una bengala amarilla. María iluminaría el escenario con sus ojos marrones a eso de las nueve y media de la noche.
El recital
Las luces se apagaron y dejaron escuchar los gritos. Los miles de resplandores de las infinitas bengalas pintaban el estadio como a un verdadero circo, y a esa hora todavía no había rugido esa mole rubia a la que todos le llaman CHIZZO. Los músicos salieron como escupidos del suelo y se colgaron los instrumentos. TETE comenzaba con sus habituales corridas y TANQUE estiraba su brazo derecho para saludar a una de las tribunas en las que no cabía un alfiler. Las bengalas seguían prendidas y la guitarra comenzó a producir los acordes que a la gente le gusta.
Así sonó una versión poderosísima de “A tu lado” , tema que abre su última producción “Detonador de Sueños” y que pinta un paisaje de esperanza en un mundo sin consuelo: “El mundo sigue así, tan terrible y abrumado, que sentirme a tu lado me hará mucho mejor” . Y así de poderoso sonó el combo de Mataderos. Demoledoras versiones de la existencialista “Tripa y corazón” y “Las cosas que hace” para luego darle paso a una conmovedora “En el baldío” .
Qué decir de lo que fue el estadio con “El Twist del pibe” y con la asombrosa intro de “Estalla” y ese grito de ensueño y profecía de “Estalla el mundo y estalla el mundo” . Recordemos que el tema fue grabado en el 2000 y en algunas presentaciones de la banda el tema era acompañado por las imágenes espeluznantes de los atentados a las torres gemelas.
Algunas anotaciones
LA RENGA vino a levantar la bandera del “boca en boca” que, años atrás, bandas legendarias del rock argentino supieron utilizar para llenar teatros y algunos que otros bares. LA RENGA es un caso único hasta ahora en nuestro rock. Y algunos dirán que es así por la simple cuestión de que LOS REDONDOS no existen más o porque el rock nacional ha crecido tanto que en la actualidad tiene un acceso a los medios de comunicación que antes estaba casi vedado, excepto algunas excepciones.
Pero LA RENGA para esta presentación no hizo una sola propaganda. No hizo falta alguna difusión, solo algunos avisos en paginas de Internet valieron para que una semana antes del show las entradas estuvieran agotadas. La hermenéutica renga dice que eso se logra por el rocanrol y el sentimiento.
¿Cómo se puede ser objetivo cuando en el mismo instante en que se apagaron las luces se encendieron más de cien bengalas? O cuando al ingresar al estadio solo se podía observar ese mar de personas que luchaban por acercarse al escenario circular ubicado justo en el centro del estadio, como si fuera una producción internacional que traía a U2 o a los ROLLING STONES.
En lo estrictamente musical, la banda sonó muy bien, y ahora el recuerdo trae a CHIZZO y sus doce cuerdas en “Míralos” , haciendo recordar a las perfomances de JIMI PAGE. Y qué decir de la nave espacial que fue el estadio con esos miles de encendedores cuando el rubio punteaba sobre la guitarra.
TETE iba y venía mientras TANQUE daba vueltas con su batería giratoria. Y fue casi promediando el show que arremetieron con “A la carga mi rocanrol” y la demoledora “trifásica”, que compendió a “Dementes en el espacio”, “La vida, las mismas calles” y el viejísimo “El camino del deshielo” .
A veces, la admiración de CHIZZO y compañía por IGGY POP y por THE STOOGES hace que se vuelva inentendible lo que canta el pelilargo y sus escupidas embroncadas. Pero en este recital la cosa fue distinta, la armonía fue algo que hizo que el show haya sido lo que fue y lo que permitió que no haya resaltado por sobre todos la batería de TANQUE y no haga invisible al bajo de su hermano TETE IGLESIAS, como en shows anteriores. Ese es el espíritu de LA RENGA, que quedó demostrado con esa impronta aventurera de la letra de “Veneno” y el relato de búsqueda de un camino en “Oportunidad oportuna” .
A partir de ahí se vieron dos bandas, una que interpretó “La nave del olvido” y “Pasto tomado” en un versión stoner y psicodélica, mezclando entre esos pasajes el cover de EL TRI de México “Triste canción de amor” (el momento más rico de la noche) y “El juicio del ganso” con esa lección de vida: < mejor al alma mi entregues vos, por hecho haber pude que tanto de vez, la a entendiéndote y odiándote muera quizá civilización, destierro desconsuelo, compartirá>. La otra parte de la banda se vio en los bises.
A “El revelde” la precedió el popurock. Esa bola de rocanroles estuvo conformada por temas viejos como “Panic Show”, “Somos los mismos de siempre”, “Buseca y vino tinto” y el nuevo “Noche Vudú” , que dejaron el campo libre para “Hey, hey, my, my” -con NORBERTO “PAPPO” NAPOLITANO como invitado en guitarra- y “El rey de la triste felicidad” . Después fue el ritual vibrante y conmovedor, esa consonancia entre letra y bengala con “Hablando de la libertad” y todo lo que esa canción significa para el público rengo.
Dicen que uno cosecha lo
que siembra, y que a la canción de la vida nunca la podrán aniquilar. O que
el que pega primero pega dos veces o que en el viaje solo quedan los que quieren
sentir que mañana podrá ser mejor.
El sábado pasado se presentó LA RENGA ante más de 50.000 mil personas en el
estadio de Huracán y el estadio del Globo se vistió de fiesta.
Hace cinco años tocaban en el mismo estadio pero ante una tormenta eléctrica.
El sábado pasado en el cielo solo había estrellas. Esas que iluminan el cielo,
que brillan y que todavía están bien alto, como LA RENGA.
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